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19 Octubre 2021

Las posibilidades del laboreo sostenible en el nuevo paradigma agrícola

Descompactador haciendo un trabajo de mullido y esponjamiento de la tierra

El mundo en su conjunto, y las acciones que el hombre ejerce sobre él, se encaminan cada vez más hacia la búsqueda de la sostenibilidad. Eso es lo que pretende, al menos, la agricultura en un contexto como el actual, de retos como los que propone el cambio climático o la necesidad de alimentar de forma suficiente y segura a una población en aumento.

Con el objetivo de reducir la huella medioambiental de los sistemas alimentarios y garantizar al mismo tiempo la disponibilidad de alimentos saludables y asequibles tanto para la población actual como para la venidera –se calcula que en 2050 poblarán la Tierra 10.000 millones de personas–, la Comisión Europea presentó en 2020 su estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, clave en el marco del llamado Pacto Verde Europeo, con el objetivo de hacer evolucionar el sistema alimentario actual de la UE hacia un modelo sostenible. Esta estrategia incorpora principios como la reducción a la mitad el uso de plaguicidas y fertilizantes y la venta de antimicrobianos, y el aumento de la cantidad de tierra dedicada a la agricultura ecológica.

Complementaria a esta es la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030, que  también aboga por un sistema alimentario más sostenible que también ayude a proteger la naturaleza y la biodiversidad de Europa.

Asimismo, la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) se encamina también hacia la modernización de la agricultura mediante el desarrollo de prácticas agrícolas más sostenibles, protegiendo al mismo tiempo la naturaleza y luchando contra el cambio climático.

En definitiva, Europa avanza hacia una agricultura respetuosa con el entorno y la biodiversidad y, como consecuencia, los profesionales del campo ya se están adaptando a las prácticas que promueven principios como el del laboreo sostenible.

Con el objetivo de mantener un suelo sano, reducir su erosión y su degradación y conservar su estructura y biodiversidad es necesario trabajar sobre él de una manera adecuada y con herramientas de calidad.

Bellota Agrisolutions ofrece un amplio portfolio de soluciones adaptadas a los requerimientos de conceptos como el de agricultura de conservación o biofarming. Esta última es una técnica de cultivo que promueve la reducción drástica del uso de productos químicos y su sustitución por biofertilizantes y biopesticidas, y que incluye prácticas como la rotación de cultivos, la conservación de recursos naturales y la creación de un entorno de trabajo seguro para los productores.

Los productos de Bellota encajan perfectamente con estas nuevas formas de trabajar el campo; desde su descompactador, con unos brazos que presentan una estudiada inclinación hacia adelante y lateralmente que realizan un trabajo de mullido y provocan el esponjamiento del suelo a la vez que conservan intacta la superficie y mejoran la circulación del agua y la oxigenación de la tierra, favoreciendo el crecimiento de las raíces y el desarrollo de las plantas; hasta sus cultivadores, con sus múltiples funciones (extirpación de malas hierbas, desmenuzamiento de terrones, mullido de la capa superficial del terreno, formación de tierra fina en el lecho de siembra, preparación del terreno para el riego e incorporación al suelo de abonos).

Con Bellota, el laboreo sostenible sí es posible.