¿Sabías que..?

¿Sabías que la historia del arado remonta a hace más de 5.000 años?

El arado es de los aperos agrícolas, el más idóneo para realizar un laboreo primario del suelo, esto es, un laboreo y volteo que trabaja todo el perfil del suelo. Es verdad que a medida que se incrementa la profundidad de trabajo, la robustez del apero de labranza debe ir aumentando, lo que significa una mayor potencia de tracción, con el consiguiente aumento del consumo de combustible.

El arado apareció hace más de 5 milenios, toda una revolución en la época donde ya se realizaban surcos para colocar semillas. El arado se creó basándose en la azada o pala, pero usándose junto con la tracción animal, marcaron uno de los avances del conocimiento en la Prehistoria. Con mayor o menor fortuna se extiende desde la cuna de la civilización, siguiendo las orillas del Mediterráneo, y en Roma marca una época; la forma de uso del arado y las mejoras en su diseño siguen utilizándose en la actualidad.

La posibilidad de trabajar inclinado, y la colocación de orejetas sobre el dental permiten el aumento de la profundidad de trabajo y por tanto, no sólo ayudar a sembrar sino también hacer que la tierra consiga un mullido.

En zonas centroeuropeas donde hay mucha lluvia el arado romano evoluciona desarrollando orejetas, el comienzo de las vertederas, e incorporando doble mancera y avantrén, pero con la destrucción del Imperio Romano tarda casi mil años en aparecer de nuevo. Hasta finales del siglo XIX los pueblos bárbaros aportaron mejoras en la fabricación de metales pero el diseño del arado de vertedera continuaba siendo el tradicional. Hoy en día, el diseño de los arados de vertedera está en constante evolución, teniendo en cuenta no sólo el diseño de las piezas de desgaste, sino diversos materiales y tratamientos térmicos, así como elementos de seguridad para su correcto uso.

En Bellota las vertederas pueden ser fabricadas en tres metales diferentes: acero al boro, acero triplex o acero cementado con su correspondiente tratamiento térmico diferencial para obtener los mejores resultados al desgaste. Las rejas del arado son forjadas en acero al boro, obteniendo unas piezas idóneas para el arado y laboreo de gran resistencia al desgaste.

Categoría: Bellota